son pocas, o ninguna, las compañías que han podido mantener los planes que habían diseñado para 2015 hace seis meses o un año. ###

Las Petroleras activan sus planes de choque
contra la caída de los precios del crudo

 

La avalancha que ha llevado a los precios del crudo a caer más de un 40 por ciento desde junio de 2014, ha hecho que las principales petroleras mundiales y también los operadores más pequeños y locales no sólo se replanteen sus estrategias, sino que activen planes de choque para evitar ver sus cuentas de resultados erosionadas.

 

  Teresa Jiménez.

 

 

En las últimas semanas, las compañías han adelantado recortes en sus presupuestos de exploración y producción y en sus gastos de personal, lo que implica ajustes de plantilla para el próximo año, a la espera de que los precios se recuperen. Según distintas firmas de inversión, las compañías con menor tamaño y más apalancadas son las que, en principio, pueden encontrarse con mayores dificultades debido a que verán reducidos sus ingresos como consecuencia de los bajos precios del crudo pero seguirán teniendo que hacer frente a las mismas obligaciones, y sin dejar de remunerar a sus accionistas.

 

Las grandes compañías no parecen dispuestas a correr el riesgo de perder la confianza de sus accionistas y, por ello, ya están asegurando que no sea la cuenta de resultados la que sufra las consecuencias del desplome de los precios del petróleo.

 

En el capítulo de inversiones, una de las últimas compañías que se unido a la lista de las que ya habían anunciado que paralizaban proyectos ha sido Petrobras. La petrolera estatal brasileña, uno de los líderes mundiales en la exploración y producción offshore, se encuentra inmersa en una investigación por corrupción que ha lastrado el precio de su acción, haciéndola caer a la mitad de su valor en tan solo tres meses, lo que, además, le dificulta conseguir financiación en los mercados. Según fuentes de la empresa que hablaron con Bloomberg, Petrobras paralizará los proyectos de upstream que vayan más retrasados, espera vender activos -como la participación que mantiene en una compañía petroquímica en Argentina- y congelará las inversiones en dos refinerías.

 

 

Chevron también ha anunciado esta semana que aplaza “indefinidamente” los proyectos en el Ártico, en Canadá. Uno de los bloques que deja en stand by es uno de los mayores proyectos que se han visto afectado por los bajos precios del crudo.

 

Otro gigante estadounidense, ExxonMobil cambiará radicalmente su estrategia. En vez de apostar por la búsqueda de nuevos y costosos yacimientos, intentará sacar el máximo partido a los pozos que ya están en producción y cuyos costes han tocado suelo. Con todo ello, la petrolera norteamericana irá a contracorriente, ya que pretende conseguir un récord de producción en 2015.

 

Statoil, la compañía en la que el Estado Noruego tiene una participación mayoritaria, también ha paralizado proyectos. El último ha sido Gullfaks South, cuya operación estaba prevista para este mes de diciembre y no comenzará hasta octubre de 2015, en principio. La petrolera noruega también ha paralizado la actividad de dos plataformas marítimas con el objetivo de reducir costes y esperar a que soplen mejores vientos para el Brent.

 

 

Además de los presupuestos de inversión y en equipos, las compañías también están poniendo en marcha otras medidas, como ajustes en sus plantillas. Por una parte, será consecuencia lógica de la ralentización de la actividad de exploración, pero también como una medida más para intentar contener los costes y conseguir mantener en negro su cuenta de resultados al final de cada trimestre.

 

Una de las primeras en anunciar que habría un plan de racionalización fue BP. La empresa no ha concretado a cuántos trabajadores afectará este plan, pero sí que se dejará sentir con mayor fuerza en el negocio de upstream y entre los mandos intermedios.

 

Halliburton también se verá obligada, en este caso, a despedir a 1.000 empleados de sus oficinas de Europa, Asia, África, Oriente Medio y Australia. Mientras que el grupo holandés SBM Offshore también recortará su plantilla en 1.200 personas para hacer frente a la caída del petróleo. Mientras que la rusa Gazprom podría batir récords en este ámbito y llegar a prescindir de entre 15 y el 25 por ciento de sus trabajadores, lo que podría llegar a afectar a 100.000 personas.

 

...la rusa Gazprom podría batir récords en este ámbito y llegar a prescindir de entre 15 y el 25 por ciento de sus trabajadores, lo que podría llegar a afectar a 100.000 personas.

 

Otras empresas han optado por la venta de activos. Shell ha continuado con su estrategia de concentración del negocio de downstream al vender sus operaciones en este área de Noruega. Por su parte, la canadiense Pacific Rubiales se ha desprendido del 43 por ciento de Pacific Midstream con el objetivo de captar liquidez para continuar con sus actividades en Colombia, aunque también se podría plantear vender activos de E&P.