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El diputado socialdemócrata Klaus Barthel, que estuvo en La Paz hace poco, cree que la construcción de una planta de energía nuclear en Bolivia es financieramente inviable.




 

El diputado socialdemócrata Klaus Barthel estuvo en Bolivia como parte de la delegación oficial alemana para el inicio del tercer mandato presidencial de Evo Morales. Conversó con Aldea Global de uno de sus principales intereses, el cambio de energías fósiles o nuclear a energías renovables, especialmente eólica y solar.

Barthel es presidente adjunto de la comisión de Economía y Energía del Parlamento alemán. Como parte de la bancada socialdemócrata, Barthel es portavoz del Círculo de Reflexión sobre América Latina y portavoz del Grupo de Trabajo sobre la economía mundial.
Ésta es la parte central de la entrevista:

En Bolivia no hay un debate importante sobre la viabilidad de las energías renovables. Las autoridades y en general la sociedad apoyan el uso de energías fósiles. Somos un país obsesionado con encontrar petróleo. ¿Cómo cree usted que podríamos ayudar a que se genere ese debate en Bolivia que hoy prácticamente no existe?

Trato siempre de no dar "consejos de sabio” a ningún país. Cada país debe elegir su camino. También en Alemania nos hemos equivocado mucho en el pasado. Eso como primer punto.

Pero no habido ese debate en Bolivia y se trata de un aspecto crítico. Sobre la energía nuclear se debe incorporar también un debate sobre el cambio climático y sobre los derechos de protección climática a los que Alemania se ha suscrito. Vemos que Bolivia y todo el área andina está siendo afectada fuertemente por el cambio climático y todos los consumidores de energía y todos los países que emiten CO2 tienen una responsabilidad en ello.

En Europa sabemos también que los costos ocasionados por el cambio climático van a ser más altos; de hecho, ya son más altos que los costos del propio sistema energético. Hoy día tenemos un consenso en este tema; tres cuartas partes de la sociedad apoyan la necesidad de combatir el cambio climático. Entonces todo indica que vamos a salir de la energía nuclear y también de la energía fósil.

Hace poco entrevisté al exalcalde de Zúrich, Elmar Ledergerber, y contó que también en Suiza no se van a construir nuevas cuando las que están vigentes terminen su vida útil. ¿O sea que Bolivia está yendo en contrarruta, porque justamente el Gobierno ha anunciado que hará una planta nuclear? Pero también hay que hacer notar que Francia, de toda la energía que produce, un 80% es de origen nuclear.

Primero habría que ver en el panorama mundial cuáles son aquellos países que han realizado construcciones de plantas de energía nuclear nuevas y se va a ver que son muy pocos. La mayoría de las plantas existentes son de los años 80 y 90, también en EEUU y en Francia. Allá donde se intenta la construcción de plantas nucleares nuevas se experimenta un desastre financiero. En Normandía, Francia y en Finlandia se intenta construir plantas nucleares nuevas. El proyecto más adelantado es el de Finlandia, pero que ya ha excedido su presupuesto inicial en 300%. No se ha concluido ese proyecto todavía y no se sabe cuándo se lo podrá terminar. Originalmente estaba previsto que la planta cueste 3.000 millones de euros (3.400 millones de dólares) pero el proyecto ya se ha tragado casi 9.000 millones de euros (10.200 millones de dólares). También en Francia el proyecto no está concluido y ya ha excedido sus costos.

El nuevo Gobierno francés, que dirige el presidente François Hollande, ha decido reducir la proporción de energía atómica del 80% al 50% y compensar el resto con energías renovables.

¿Por qué Francia ha tomado esa decisión? Porque se quiere salir de la dependencia de la energía atómica y porque sabe que en los siguientes 10 o 20 años se van a ir "apagando” las plantas nucleares antiguas. Técnicamente ya han pasado su vida útil, ya están obsoletas. Y porque se sabe también que los costos de mantenimiento y reparación son inmensos. Se sabe que prácticamente no es posible una construcción o implementación de plantas nucleares nuevas.

¿Como se explica que Francia, que quiere reducir en su país la energía nuclear del 80 al 50%, intente hacerlo en Bolivia?

Existen empresas en el mundo, especialmente en Francia, que construyen plantas de energía atómica, por ejemplo la de Finlandia y han tenido pérdidas de varios cientos de millones, pero es claro que si su mercado en Europa está siendo reducido buscan nuevas perspectivas para proveer sus productos.

Hay un problema que hasta el momento no hemos tocado y es que no se tiene en ninguna parte del mundo una solución definitiva para el tratamiento y almacenamiento de residuos atómicos provenientes de estas plantas. Estos residuos son almacenados en "depósitos temporales”, por decirlo así, pero no son seguros y no se sabe en ninguna parte del mundo cómo se va a construir un almacén definitivo para este tipo de residuos.

En Suiza existe un proceso bastante avanzado en la búsqueda de "depósitos definitivos”; en Alemania hemos empezado también una nueva fase de búsqueda puesto que el "depósito definitivo” que estaba previsto y que era una antigua mina de sal, por diferentes motivos, ha sido puesto en duda como solución adecuada. Por esta razón también los costos van a ser muy altos puesto que los consorcios que han construido las plantas nucleares tienen que retener capital destinado al desmantelamiento de las plantas y al tratamiento posterior de residuos. Hasta el momento ese capital equivale a más de 30.000 millones de euros (34.000 millones de dólares).

¿Entonces en Bolivia también se puede prever que los costos se dispararían? ¿Y habría que tomar en cuenta estos costos de almacenamiento y tratamiento de los residuos tóxicos, además del desmantelamiento futuro de la planta?

Los costos en Bolivia se dispararían a raíz de una situación parecida. Incluso las corporaciones que han construido las plantas atómicas en Europa no creen que los montos que han previsto sean suficientes para garantizar ese proceso (de seguridad). ¿Qué significa esto? Que le quieren pasar esos costos al Estado y al contribuyente.

He intentado mostrar que hay que ver todo este tema en términos económicos generales, desde los de la propia construcción de las plantas, y luego los costos de seguridad y de tratamiento de residuos y poner todos ellos en comparación a los costos de las energías renovables. Las energías renovables son por ello más eficientes y más baratas.

¿Por lo tanto, según su criterio, la idea de hacer una planta en Bolivia es inviable económicamente? Sí.

¿Su predicción es que la planta en Bolivia se va a poder construir o que va a suceder una situación similar a la de Finlandia? No puedo decir nada sobre Bolivia puesto que no sé cuál es el precio que se está dispuesto a pagar para temas de seguridad y cuáles son los estándares de seguridad que se quiere implementar. Pienso que al no incrementar ciertas medidas de seguridad, se puede abaratar el costo, pero naturalmente aumentan los riesgos para la población y el medio ambiente. Hay que recordar que hemos tenido en Europa el incidente de Chernobyl, en 1986, y Alemania y otras regiones del este europeo han sido impactadas por los desperdicios radiactivos. Hasta ahora, 28 años después, hay lugares en los que todavía no se puede consumir champiñones o la carne de animales salvajes, porque sus niveles de radiación están por encima de los mínimos. Alrededor de Chernobyl hay enormes territorios a los que uno no puede acceder, donde no se puede cultivar nada. Esto ha sido uno de los eventos que en Europa y Alemania han ocasionado un cambio en la opinión pública con respecto a la energía atómica.

No solamente es el tema financiero, entonces. A las dificultades del financiamiento también hay que añadir los de seguridad… El evento en Fukushima ha mostrado que incluso un país altamente industrializado como Japón no estaba en condiciones de manejar un desastre como ése. Hasta ahora hay agua radiactiva que está siendo filtrada sin la posibilidades de impedirlo.

Por lo tanto, ¿es una mala idea hacer una planta nuclear en cualquier país y en Bolivia? Antes de tomar una decisión sobre la planta nuclear, Bolivia debería revisar los procesos y acceder a las experiencias que se han vivido en otros países, visitar esos lugares, conocer los motivos por los que en Europa y en EEUU se está (parando) la construcción de plantas de energía atómica. Existen muchos países, como Alemania, Austria y Suiza que han decidido formalmente retirase de la energía atómica. Existen muchos otros que si bien no lo han hecho de una manera formal, lo están haciendo de una manera práctica al no construir nuevas plantas.

¿El mundo se está alejando de las energías nucleares?

Olkiluoto-3 o el fracaso del referente nuclear finlandés

Aldea Global
El año 2000, cuando se puso en marcha el proyecto nuclear Olkiluoto-3, la primera central nuclear que se construiría en un país occidental en los últimos 25 años, las empresas encargadas aseguraron que el reactor se iba a construir en un tiempo récord y que el costo era de unos 3.000 millones de euros (3.400 millones de dólares a precios actuales). Se esperaba tener la planta en operación en 2009. El consorcio está conformado por la compañía estatal francesa Areva, la alemana Siemens y la eléctrica finlandesa TVO.

Pero ahora los encargados del proyecto dicen que el costo será casi del triple presupuestado y, tras sucesivos retrasos, se cree que la planta estará operativa en 2018, es decir nueve años después de lo previsto, dijo Emilio Manuel Rull, de la revista española Daphnia, Pese a las experiencias de las empresas constructoras, los supervisores detectaron hasta 1.500 defectos de calidad y seguridad, como problemas con la losa base de hormigón, también de problemas en la vasija del reactor, el presionador y el sistema de tuberías del circuito primario, además del revestimiento de acero del reactor, recordó Emilio Manuel Rull. Incluso se demostró que la empresa no había seguido los procedimientos básicos de seguridad en la construcción de la central. En julio de 2008 sufrió un grave incendio que complicó aun más la situación.

Olkiluoto ha demostrado lo contrario que pretendía: no soluciona ninguno de los problemas por los que se abandonó la energía nuclear y, con los plazos de construcción rebasados, es incapaz de hacer frente a las crisis a las que nos enfrentamos: social, económica y medioambiental. La expresidenta de Finlandia, Tarja Halonen, mostró públicamente su escepticismo sobre la contribución nuclear contra el cambio climático y dijo que no se construirán más reactores en el futuro. "¿De verdad queremos repetir el mismo error?”, se pregunta la revista española.

Por su parte, la revista especializada Marea informó que el Gobierno británico anunció que había llegado a un acuerdo con la empresa Électricité de France (EDF) para la construcción en el sudoeste de Inglaterra de la planta nuclear Hinkley Point. En el proyecto participaría la empresa estatal francesa Areva (la misma de Finlandia), que aportaría su tecnología de reactores EPR. El costo sería de 19.000 millones de euros, 21.500 millones de dólares, que proveería EDF. Una vez en marcha, la central vendería la energía producida a un precio garantizado de 123 dólares por megavatio durante 35 años. Hoy en Inglaterra está en duda que la planta se construirá debido a las dificultades financieras, de seguridad y políticas. Los promotores de las energías renovables aseguran que pueden producir energía de manera más eficiente (más barata y segura).

Bolivia busca ingresar en el terreno nuclear
El gobierno del presidente Evo Morales dispondrá este año de 1,7 millones de dólares para afinar un proyecto para el desarrollo de energía nuclear, que en una primera instancia dará prioridad al área de salud, pero que también buscará la producción de electricidad.

"En el sector nuclear vamos a institucionalizar lo que significa la parte reguladora y la parte operativa. Para la presente gestión tenemos un presupuesto 1,7 millones de dólares”, señaló a principios de enero el exministro de Hidrocarburos y Energía, Juan José Sosa.

Evo Morales anunció nuevamente en noviembre de 2014 (lo había hecho en un par de ocasiones antes) la puesta en marcha de un programa civil de energía nuclear que contará con una planta en el departamento de La Paz y que implicará una inversión de más de 2.000 millones de dólares hasta el año 2025.

Por el momento, el gobierno de Evo Morales no ha revelado quiénes serán sus socios en este proyecto, aunque en los medios se ha mencionado como posibles aliados a Argentina, Rusia, Francia e Irán.

El Programa Nuclear Boliviano (PNB) apunta a contribuir a la "seguridad, diversidad e independencia energética”, al fortalecimiento de la seguridad alimentaria y a mejorar la calidad de vida "mediante el acceso a un mejor servicio de salud”, según un documento del Viceministerio de Electricidad y Energías Alternativas citado por EFE..








FUENTE: PAGINA SIETE