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Cuando Evo Morales Ayma juró a su primer mandato en enero 2006 el barril de petróleo se cotizaba en 74 dólares, en 2008 subió hasta $us 147 y hoy ronda los 48 dólares. También en aquel entonces, los minerales como el estaño, la plata, el zinc estaban en su mejor momento. 

 

9 años después, las cifras indican que las cotizaciones de la plata y el estaño –en menos de tres períodos- cayeron entre 54 y 68% por ciento. Similar situación corre los precios de la soya y la quinua. 

En enero de 2006, el gobierno anunció la “nacionalización” de los hidrocarburos y lo cristalizó en mayo de ese año, cuya espectacularidad cinematográfica fue alcanzada cuando las Fuerzas Armadas tomaron una desértica planta gasífera. Esa medida generó un ingreso de casi 5 mil millones de dólares anuales. Sin embargo, no provocó ninguna megainversión para buscar más recursos gasíferos. Con los nuevos precios del barril de petróleo, es muy probable que haya menos mil millones de dólares cada año.

Es en este escenario el primer mandatario volverá a jurar por tercera vez, en una nueva gestión donde las señales frías de la economía no parecen sonreírle y la bonanza parece alejarse poco a poco.

Tanto Evo como otras autoridades gubernamentales ya no se animan a hablar del famoso “blindaje” de Bolivia frente a la crisis en otros países y por el contrario, las afirmaciones y expresiones apuntan a la prudencia.

 La explicación del ministro de Trabajo, Daniel Santalla, para justificar la suspensión del anunciado feriado por la llegada del rally Dakar, fue un campanazo que no pasó desapercibido.

Periodo de bonanza

La segunda gestión de  Morales que concluye hoy  también fue acompañada por condonaciones de la deuda externa de organismos multilaterales y países, situación que permitió dar un respiro a la economía.

No pocos opositores y diversos analistas económicos indicaron que el MAS “tuvo mucha suerte”, debido a que los indicadores económicos le fueron favorables.

El precio de exportación del gas natural para Argentina en 2007 registró un precio de $us5, que subió hasta $us10 en 2014; en tanto que el precio del gas natural hacia el Brasil en 2007 reflejó un precio de $us3.77 y para 2014 subió hasta $us9 el Millar de BTU. Los buenos precios del gas se vieron favorecidos con un aumento en la producción de hasta un 100%, de 30 Millones de metros cúbicos por día (MMmcd) a 60 MMmcd, en promedio.




El barril de petróleo en el inicio de su primer mandato, en julio de 2006, cotizaba en $us74, subió hasta $us147 en 2008, para caer a $us39 en 2009. Tuvo un máximo en abril de 2011 con $us109, y hoy al 21 de enero ronda los $us47.

El presidente de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), Carlos Villegas, dijo en una anterior declaración que la renta petrolera del país registró un total acumulado de $us27.749 millones de 2006 a 2014, es decir un monto promedio de $us3.469 millones por año.




Resultado del buen momento de los hidrocarburos, las regalías e impuestos por este concepto subieron en 212%, de Bs8.490 millones a más de Bs20.000 millones, situación que dio lugar a su repartición mediante bonos como el Juancito Pinto y Juan Azurduy, un mejoramiento de la renta Dignidad, ingresos que también fueron destinados de manera directa a las gobernaciones, municipios y universidades.

La otra realidad

Ahora esta situación se revierte y el panorama a futuro no es alentador. Morales tendrá que mostrar la efectividad de su política económica en épocas críticas al afrontar la baja del precio del barril de petróleo, cotizaciones de precios de los minerales que aún no se manifiestan estables, como el estaño, zinc, plata y oro, así como la caída del precio de algunos alimentos como la soya, azúcar, maíz, por la sobreproducción en el mundo.

En el caso de los metales, el precio de la libra de plata descendió 54% entre 2011 y 2014, en tanto que la libra fina de estaño hasta en 68%.

Ante esta situación, los empresarios recomendaron al gobierno tener “más prudencia en el gasto público”, como señalara el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Fernando Cáceres. 

A esto se suma la posición “comprensiva” de la Central Obrera Boliviana encabezada por Juan Carlos Trujillo, quien abrió la posibilidad que en la negociación del incremento salarial de 2015 se tome en cuenta la caída del precio del petróleo, que a decir de los analistas afectará al país con reducción de la renta petrolera por unos $us1.000 millones, en promedio, si el barril de petróleo, continúa su recorrido a la baja.

Las constantes subidas del salario mínimo nacional también son un problema para el empresariado que advierten un aumento en sus costos de producción, que se agrava más desde la aplicación del doble aguinaldo en 2013. Señalan que sus costos de operación subieron demasiado y cada vez es más complicado cumplir con el pago de planilla.

A ello habrá de sumarse el costo alto que representa la producción de minerales en el país, como por ejemplo Huanuni.

Toda esta situación prevé un panorama dificultoso para Morales quien deberá ahora  poner a prueba la teoría económica de su gobierno, que pregona que el consumo interno es el que mueve el país.

Evo Morales asumirá este jueves la presidencia en otros tiempos y con muchas demandas insatisfechas.






FUENTE: ERBOL