Colombia acaba de ascender al lugar 16 en el ranking mundial de sostenibilidad energética. El diario La República refiere que este país escaló en el último año ocho puestos, del 24 al 16, en el escalafón del Índice Global de Sostenibilidad, el más importante termómetro que utiliza el Consejo Mundial de Energía (WEC por su sigla en inglés), para medir el desempeño de los países en este sector.

La noticia fue ratificada por el propio presidente de este país caribeño, José Miguel Santos, ante el más selecto grupo de líderes energéticos que se dieron cita recientemente en Cartagena de Indias-Colombia, a propósito de lo que fue la Asamblea Ejecutiva 2014 del WEC que lleva casi un siglo conduciendo el debate sobre temas vinculados a la energía.

Asimismo, la presidente del Comité Mundial del Trilema Energético, Joan MacNaughton, señaló en el marco de este evento, que si bien el ranking completo se presentará recién en noviembre próximo, anticipó que en materia de seguridad energética, uno de los puntales  del llamado Trilema Energético, Colombia mantuvo el quinto puesto en el mundo, remarcando que mantiene un cuarto lugar desde 2012 en materia de sostenibilidad medioambiental aunque según La República, alrededor de 400.000 familias colombianas carecen actualmente de cobertura eléctrica en sus hogares.

Por tanto, Colombia no ha dejado de ser un país en construcción como el resto de los países de la región que tienen mayor o menor grado de desarrollo y cuyo índice de necesidades básicas insatisfechas (NBI) es, de todas formas, precario. Cartagena de Indias grafica un poco esta situación con su centro histórico amurallado y sus calles angostas, llenas de arquitectura colonial; con casas de marcado estilo mozárabe que los políticos de entonces las consideraban "como de tercera categoría de Europa", según el libro Tres siglos de historia demográfica de Cartagena de Indias, de María Aguilera Díaz y Adolfo Meisel Roca.

El sustento económico de esta isla proviene principalmente de su actividad portuaria, pues desde la Colonia que se constituyó en el principal puerto de ingreso a América Latina. Ante la amenaza de los piratas, tanto por mar como por tierra, la corona española estableció su amurallamiento como estrategia defensiva para neutralizar la acción de los piratas que la invadieron varias veces causando destrucción y muertes en busca de tesoros llegados desde Potosí, hacia Europa. Esta muralla es actualmente uno de sus principales atractivos turísticos y otra de las fuentes de ingreso de Cartagena de Indias, convertida en un gran cluster hotelero que anualmente recibe aproximadamente 60.000 turistas, solamente por barco.

Otro aspecto de importancia en su actividad económica ha sido el sector de los hidrocarburos, especialmente desde 1955, cuando se inició la construcción de una refinería de petróleo en el sector de la bahía conocido como Mamonal. Allí Intercol, una filial de la Standard Oil, realizó el proyecto con un costo total de $us 33 millones y que dio pie al establecimiento de un destacado desarrollo de la petroquímica.

Según los autores mencionados, en el sector de Mamonal se instalaron las siguientes plantas: Amocar (1960), Abocol (1963), Dow Química (1965), Cyanamid (1965), Cabot Colombiana (1965), Petroquímica (1965), Quinor (1966). Refieren que a partir de la década de 1980, se han hecho cuantiosas inversiones adicionales con el fin de exportar buena parte de la producción, aunque reconocen que el sector, a pesar de ser muy competitivo, no genera mucho empleo.

Seguramente Colombia es esto y mucho más, y no cabe duda de que es un país con gente bullanguera y muy amable, sin embargo, es un país que comparte el rostro de pobreza del conjunto de América Latina y El Caribe: una pobreza que circunda tanto el centro histórico, en este caso de Cartagena, como la zona de inmensos edificios a la orilla de un mar tranquilo. Una pobreza que, en su mayoría, en las noches se viste de anfitriona para animar a los turistas al compás de la cumbia, postergando para más tarde su tristeza y nos cuenta su historia de puertos, murallas y piratas venidos de allende los mares.

FUENTE: EL DIA

Autora: Vesna Marinkovic