Un enfoque de OLADE y UNASUR califica a América Latina como la región con la matriz energética más limpia del mundo, por lo que recomienda su consideración dentro de las discusiones entre Energía y Cambio Climático, pese a que el petróleo continúa siendo su principal fuente de energía.

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El petróleo continúa reinando en América Latina

  • 31%


    de la oferta energética regional corresponde a fuentes renovables, el petróleo continúa siendo la principal fuente de energía
  • 12%


    del total mundial sobre la producción de petróleo crudo, es la participación de los países miembros de UNASUR
  • 92%


    de total de reservas probadas de petróleo de la región, corresponde a Venezuela
  • 3,8%


    del total mundial del volumen de reservas probadas de gas natural registradas al 2010, corresponde a la región

 

 

 

 

 

 

 

 

Un enfoque de OLADE y UNASUR califica a América Latina como la región con la matriz energética más limpia del mundo, por lo que recomienda su consideración dentro de las discusiones entre Energía y Cambio Climático, pese a que el petróleo continúa siendo su principal fuente de energía.

 

Vesna Marinkovic U.


 

América del Sur es actualmente una región excedentaria en recursos energéticos, principalmente de origen fósil, aunque vale destacar que es la mejor posicionada en el mundo, en términos de participación de las fuentes renovables en el abastecimiento energético, refiere el documento denominado UNASUR: Un espacio que consolida la integración energética.

 

 

El documento elaborado en forma conjunta por la Organización Latinoamericana de la Energía (OLADE) y la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), señala que en la actualidad cerca de 31% de la oferta energética regional corresponde a fuentes renovables; dada la importante contribución de la hidroenergía y la biomasa, y justo cuando las directivas europeas establecen lograr 20% de renovabilidad en la matriz energética para el año 2020.

 


En este marco, señala que América del Sur está muy avanzada en este aspecto; y con la perspectiva de mejorar aún más este indicador en las próximas décadas.

 

“Esto nos lleva a la reflexión de que este esfuerzo realizado en el ámbito del sector energético regional debería ser tenido en cuenta en las discusiones que se realizan en el marco global de las relaciones entre Energía y Cambio Climático, dentro de la perspectiva de responsabilidades globales pero diferenciadas”, destaca el documento.

 

UNA ECONOMÍA ROBUSTA

 

Sin embargo, y remarcando que la economía de América del Sur continúa robusta a pesar de la crisis estructural del sistema financiero internacional, y de los desequilibrios de las finanzas públicas en muchos de los países más ricos del mundo, reconoce que el petróleo continúa siendo la principal fuente de energía de la región.

 

Con todo, no deja de observar que se ha diversificado la producción y consumo de combustibles, mediante la expansión de los biocombustibles (principalmente etanol y biodiesel), fuentes en las cuales algunos países de la Región como Brasil, son líderes mundiales desde el punto de vista de producción, tecnologías aplicadas a la oferta, logística y a los usos finales.

 

En este marco, refiere que las proyecciones realizadas por OLADE indican que la importancia de los hidrocarburos continuará en los próximos veinte años, pero que se espera un importante crecimiento de la participación de fuentes renovables de energía para la generación de electricidad y en la substitución parcial de combustibles fósiles por biocombustibles.

 


Acota que, por su parte, la energía nuclear presenta condiciones relativamente favorables para un desarrollo futuro, considerando avances tecnológicos en esta área, en Argentina y Brasil.

 

Refiere que como resultado de políticas públicas aplicadas en el sector petrolero de Venezuela durante la última década, se ha tenido un crecimiento notable de la certificación de las reservas probadas de petróleo crudo de la Faja del Orinoco, con lo cual ese país suramericano pasó al primer lugar mundial en lo referente a reservas de crudo.

 

Destaca que con esta situación del sector en Venezuela y los nuevos descubrimientos de Brasil en las capas de presal, en aguas profundas de su plataforma marítima, América del Sur se ha posicionado como la segunda región con la mayor disponibilidad de este recurso natural a nivel mundial, superada solamente por el Medio Oriente, como se puede observar en Gráfico 2.

 

En relación a la distribución geográfica de las reservas de petróleo crudo en la Región, señala que cabe destacar que es asimétrica, puesto que casi 92% de ellas están concentradas en Venezuela; y los 8% restantes en otros 9 países: Argentina, Belice, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Perú y Surinam.

 


Sobre la producción de petróleo crudo, indica que los países miembros de UNASUR, con un volumen producido en el año 2010 de 2 mil 505 millones de barriles, participan con 12% del total mundial. Asegura que con este nivel de producción, las reservas probadas actuales de petróleo crudo, tendrían un alcance de 129 años.

 

En este marco refiere que los mayores productores de petróleo crudo en América del Sur son: Venezuela, Brasil y Colombia, que participan, en conjunto, con el 82% del total regional y agrega que un segundo grupo de productores lo conforman Argentina y Ecuador con 16% del total; y 4 pequeños productores complementan 2% de la producción.

RELATO SOBRE EL GAS

 

Indica que la región cuenta con un volumen de reservas probadas de gas natural registradas al año 2010, de 7 billones de metros cúbicos, que significan poco más de 3.8% del total mundial.

 

“Alrededor de 78% de esta cantidad corresponde a Venezuela y consiste fundamentalmente en gas natural asociado al petróleo, aunque este país cuenta también con yacimientos de gas libre, que representan aproximadamente 15% de sus reservas nacionales”, precisa.

 

 

Reconoce que con 11 mil 616 millones de metros cúbicos exportados durante el año 2010, Bolivia es el mayor exportador de gas natural de América del Sur y que sus exportaciones están dirigidas en 80% a Brasil y en 20% a Argentina, a través de los respectivos gasoductos internacionales.

 

Agrega que según informaciones oficiales divulgadas en el marco del acuerdo tripartito URUPABOL (Uruguay, Paraguay y Bolivia), Bolivia podría iniciar próximamente exportaciones de gas natural a Paraguay y Uruguay, como parte del acuerdo de cooperación e integración de esta iniciativa.

 

Esta fuente considera que existen diversas maneras de concretar este objetivo, sea mediante lo que se denomina gasoducto virtual (transporte de gas natural comprimido por un medio de transporte convencional) o un gasoducto físico; o bien mediante operaciones combinadas de transporte y utilización de gas natural, producción de electricidad y transporte de electricidad.

 

EL RECURSO HIDROENERGÉTICO

 

En un repaso sobre el estado de situación de los diferentes recursos naturales como el carbón y las fuentes renovables, el documento concentra su atención en el recurso hídrico asegurando que la Región cuenta con un enorme potencial hidroeléctrico, de 590 GW, de los cuales casi el 45% se contabiliza en Brasil.

 

“Puesto que la capacidad instalada hidroeléctrica regional de 137 GW, se puede calcular que solamente 23% de este potencial ha sido aprovechado hasta el momento”, dice al destacar su importancia más allá de las restricciones ambientales y sociales que existirían en contra de estos emprendimientos.

 

En esta línea destaca emprendimientos hidroeléctricos en Brasil, Ecuador y en Chile donde indica que se incorporarían hasta el 2021 cerca de diez proyectos hidroeléctricos que incrementarían la capacidad instalada en 1917 MW, lo cual constituye una buena parte de los 4233 MW de incremento total de la capacidad instalada de ese país para el año 2021.

 

Acota que no se incluye en este plan el complejo hidroeléctrico de Aysén que aportaría 1600 MW, y que espera incorporarse al sistema después del año 2021.

 

UNA REGIÓN AUTOSUFICIENTE

 

El documento pone de relieve que los Países de UNASUR cuentan con importantes y diversificados recursos renovables y no renovables de energía que permiten caracterizar una región del mundo vista en conjunto como autosuficiente e inclusive exportadora de fuentes de energía y con la matriz energética más limpia del mundo.

 

Sin embargo, hace notar que existen varios desafíos para el sector energético como: la implementación de niveles crecientes de coordinación de políticas energéticas regionales (llevando en cuenta los principios de soberanía de los recursos naturales, de complementariedad, solidaridad y equidad en la distribución de beneficios económicos provenientes de la integración energética); y, entre otros, la implementación de la eficiencia energética, tanto en demanda como oferta de energía.

 

Recalando en el proceso de integración energética, señala que las conquistas de UNASUR en esta materia “son innegables” y que se está configurando un marco institucional favorable para discutir los temas cruciales referentes al tema; destaca que la instauración del Consejo Energético Suramericano, instancia del más alto nivel en el sector, así como del Grupo de Expertos y el Grupo Ad hoc Jurídico - Político y otras instancias de trabajo, constituyen un importante espacio favorable para el avance de los acuerdos regionales.