La segunda autoridad del país lanzó una aguda críticaa lo que serían las “indulgencias del ecocapitalismo” en materia de protección al medio ambiente, asegurando que la llamada economía verde es “una hipocresía planetaria”, y aludió al dilema del extractivismo en la sociedad contemporánea, a partir de su exposicióndenominada Medio ambiente y desarrollo: una falsa disyuntiva. ###

Álvaro Garcia Linera:
“El extractivismo es algo temporal”

 

La segunda autoridad del país lanzó una aguda críticaa lo que serían las “indulgencias del ecocapitalismo” en materia de protección al medio ambiente, asegurando que la llamada economía verde es “una hipocresía planetaria”, y aludió al dilema del extractivismo en la sociedad contemporánea, a partir de su exposicióndenominada Medio ambiente y desarrollo: una falsa disyuntiva.

 

Vesna Marinkovic U

 














 

Para países como Bolivia, Ecuador, Perú, Sud África, países del Sur, la fase extractivista se presenta como algo temporal para generar condiciones materiales, sociales, médicas y tecnológicas que nos permitan pasar a otra fase social”, dijo el vicepresidente Álvaro García Linera a un lleno expectante de los temas que deberán ser debatidos en el marco de la Cumbre del G-77 más China que se realiza en junio en Bolivia.

 

Pasando revista a lo que la autoridad calificó como “indulgencias medioambientales del ecocapitalismo”, y después evocar el concepto del “socialismo para vivir bien” que implicaría planificar el metabolismo y el intercambio entre ser humano y naturaleza; compatibilizando los derechos de ambos, sostuvo que “sólo queda encarar el famoso extractivismo”.

 

“Nos han criticado que se hable del “vivir bien”, pero, que seguimos en una economía extractivista. Sin embargo, ¿qué quieren?, ¿que en unos años cambiemos esta tradición de 500 años?”, cuestionó.

 

Él considera que hay que pasar de una economía extractivista para generar otra forma de generación de riqueza que satisfaga las necesidades básicas. Preguntó: “¿Cómo queremos pasar a una economía no extractiva no cobrando nada, no produciendo nada?, para pasar a una sociedad del conocimiento hay que priorizar necesidades básicas, ¿con qué lo haríamos si dejamos de producir hidrocarburos?”.

 

“Los críticos del extractivismo le hacen el juego a USAID que pretendieron convertirnos en cuidadores de bosques, hay que superar esta tendencia que afecta a la madre tierra y lo haremos con tecnología, con conocimiento, con mejores condiciones productivas que emergan de esta fase de transición”, dijo

 

RESONSABILIDADES MEDIOAMBIENTALES

En forma previa a estas afirmaciones, cuestionó varios planteamientos que, a título de proteger el medioambiente y el cambio climático, tendrían el objetivo de “privatizar el manejo de los recursos naturales”, a niveles supranacionales.

 

Revisando al 2004 los niveles de emisión de gases de efecto invernadero, ubicó a Estados Unidos como responsable de 1878 millones toneladas, a Japón de 344, Alemania 234, Gran Bretaña 158, Francia100 y Australia 105.

 

Haciendo un parangón entre cuánto contribuye cada persona a nivel de emisiones de CO2, indicó que en Norte América, Australia y Noruega, cada persona aporta con 15 toneladas año, en Alemania, Canadá, Gran Bretaña, Japón y Corea, entre 8 a 11 toneladas/año por persona; China, India y Perú de 3 a 5 toneladas, remarcando que, en este orden, no todos los países tienen la misma influencia y responsabilidades.

 

...se vende derechos de contaminación en el Norte,a cambio de protección ambientalen países menos desarrollados en el Sur”


“No todos tenemos las mismas responsabilidades, los países que absorben el 86 % de las materias primas de energía son los responsables netos de la generación absoluta de gases de efecto invernadero”, afirmó y preguntó cuáles habían sido las soluciones planeadas dentro de este escenario.

 

INDULGENCIAS MEDIOAMBIENTALES

Dijo que la primera de estas soluciones “ecocapitalistas”, había sido “la venta de indulgencias medioambientales”, señalando que bajo este planteamiento, se vende derechos de contaminación en el Norte, a cambio de protección ambiental en países menos desarrollados en el Sur, asegurando que, en este marco, “la llamada economía verde, es una hipocresía planetaria”.

 

“Se habla que otra medida es el incremento de los bosques, es posible, pero se dice que para absorver los gases de efecto invernadero producidos por el hombre en el norte del planeta, se requeriría plantar una extensión de 500 mil kilómetros cuadrados, del tamaño de España cada año, cosa imposible”, dijo.

 

EXTRANJERIZACIÓN DE LA ECONOMÍA

 

“En los últimos 30 años ha surgido también la tendencia de la extranjerización de la amazonía y es muy peligroso, especialmente para Brasil, Perú, Ecuador, Bolivia y Venezuela, pero, también para otros países especialmente del sur”, acotó.

 

“Voy a darles algunos datos de estas propuestas que afectan la soberanía y tienen otro tipo de intereses”, dijo y refirió, en esta línea, propuestas como la reducción de la población; sujeta a problemas de esterilización en países del tercer mundo, donde se habría triangulado la ayuda de alimentos, a cambio del control de la natalidad.

 

Se refirió también a aquel planteamiento que habría señalado que “los bienes comunes a todos no puede administrarse desde un Estado nacional”, remarcando que esta medida implicaba hacerlo solamente por medio de una administración conjunta de organismos multilaterales como el BID y el Banco Mundial, calificando esta situación de “intromisión en nuestros recursos, privatización de la administración de los recursos”.

 

En esta línea, afirmó que en julio de 1997, en la conferencia de seguridad ambiental organizada por el Pentágono, se declaró que la protección de recursos naturales era “un asunto legítimamente militar”, y, que en 2005, se dijo que la selva amazónica y todos los bosques tropicales del planeta, deben ser considerados como bienes públicos mundiales y sometidos a una gestión colectiva.

 

Agregó que en 2006 se propuso la “privatización de la cuenca amazónica, para crear una basta área protegida”, asegurando que, dentro de esta perspectiva, “el ecocapitalismo solo ha buscado promover estas indulgencias medioambientales”.

 

Sostuvo que:”no cabe duda que estamos en un callejón sin salida de mantenerse las condiciones de acumulación actual”, sin embargo, afirmó que el socialismo para vivir bien, formulado por Evo Morales, representa una alternativa en tanto promueve apuntalar fuerzas productivas no destructivas, así como la recuperación de saberes ancestrales y saberes comunitarios para generar la vinculación metabólica entre naturaleza y ser humano.

 

“Entonces, vivir bien significa una reinvindicación del valor de uso por encima del valor de cambio, es decir, de las cosas en función de su necesidad para satisfacer requerimientos humanos por encima de las cosas”, concluyó.