El crecimiento de la India es un tema de conversación recurrente, en esa línea, no han dejado de interesarme unos extractos del reciente libro "Batiendo la tierra: la formación de la India global", de Ashish Kothari y Aseem Shrivarstava que, como dice una entrevista a los autores, en el portal Down to Earth, "pasa por el escáner la tan cacareada historia del crecimiento de la India", exponiendo el carácter "depredador" del mismo.

Desde una óptica marcadamente ambientalista, los autores grafican una imagen de este país que no es común encontrar en los medios cotidianos de información.

Ellos sostienen, por ejemplo, que "la conciencia medioambiental está creciendo tanto entre el público como entre los que toman las decisiones, pero hay un abismo entre la conciencia y la preocupación y luego entre la preocupación y la acción, y estos abismos son más grandes cuando se refieren a los que están en el poder".

Reconocen que: "La presión pública y el activismo en temas medioambientales sin duda están creciendo y la situación sería mucho peor si no fuese por ellos, pero no son lo suficientemente fuertes o no tienen la "masa crítica" necesaria para hacer más que algunas muescas en el sistema".
Consultados sobre su visión en torno a las empresas indias, muchas de ellas públicas que exploran posibilidades en África y otras partes del Tercer Mundo, respondieron que, sin duda, la India está siguiendo las huellas de China, como parte de la liga de los nuevos colonizadores globales.

"No tiene (la India) ninguna política que regule la conducta de sus empresas en el extranjero, ni siquiera para hacerlas cumplir en el nivel de las leyes indias sobre medio ambiente, trabajo, etc. Directa o indirectamente ayuda a estas empresas, pero usa la excusa de que son entidades independientes cuando se señalan violaciones de los derechos humanos y del medio ambiente. Es una conducta vergonzosa", afirma Ashish Kothari, en una clara crítica a lo que para él  serían los desfases del desarrollo en su país.

Piensa que "en política macroeconómica no hay un foro para un diálogo regular, y la Comisión de Planificación, que podría haber interpretado este papel de puente entre el Gobierno y la sociedad civil, no lo está haciendo sino muy parcialmente durante el proceso de formulación del plan quinquenal".

En este marco, Shivarstava sostiene que viven en "tiempos empobrecidos, en los que se puede a veces decir toda la verdad, pero no se la tiene que tener en cuenta -un signo de la profundidad de la cobardía organizada hoy".

FUENTE: EL DIA


Autora: Vesna Marinkovic