Cada miembro activo de la Unión Europea está conminado a diseñar su propia estrategia energética y su diversificación de fuentes, en un claro escenario de dependencia de recursos energéticos, especialmente de gas y petróleo. Hay, entre medio, un clamoroso llamado por hacer posible la eficiencia energética, vía nuevos hábitos de consumo.

La situación se ha puesto más preocupante a raíz de la escalada de conflictos por la crisis entre Rusia y Ucrania que destapa el nivel de dependencia energética en Europa, respecto de Rusia pero también respecto de otros países allende los mares. Como paradoja, España ha quitado la subvención a las renovables y, sin embargo, no deja de reconocer su marcada necesidad de recursos energéticos pues no produce hidrocarburos.

La agencia Ria Novosti informa que los líderes europeos harán esta semana un llamamiento a los Estados miembros de la UE a reducir su dependencia energética, especialmente en el mercado del gas, con terceros países, aunque destaca que este mensaje viene repitiéndose desde hace años, pero, afirma que habría adquirido un significado "especial", debido a las tensiones con Rusia que suministra el 30% de todo el gas importado por el bloque. La prensa internacional ha informado que el Consejo Europeo "está preocupado por las altas tasas de dependencia energética en Europa", especialmente respecto del gas y se tiene previsto que las conclusiones de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE, abordará de forma específica la política energética y la lucha contra el cambio climático.

La región se muestra empeñada en alcanzar un mix energético para 2030; sin embargo, hasta el momento ha sido imposible moderar la demanda energética a través de una mayor eficiencia, que se plantea como imprescindible para alcanzar los objetivos climáticos. En este escenario la diversificación de la matriz energética de los Estados miembros, tampoco ha prosperado y la lectura generalizada al momento es que Rusia continúa siendo el mayor y más próximo abastecedor de gas para las urgencias del bloque. Es en este contexto que se ha establecido que cada Estado planifique sus políticas y estrategias energéticas lo que, sin duda, da cuenta de una situación más complicada aun en la medida que esto también puede erosionar la siempre conflictiva interculturalidad en la zona.

Con todo, la agencia informa que la UE pone énfasis en completar el mercado interior energético a lo largo de este año y en desarrollar las interconexiones de tal modo que "ningún Estado miembro quede aislado de las redes de gas y electricidad europeas en 2015".

Una apuesta que, sin duda, tendrá que ser resuelta a la luz de lo que está siendo la actual conflictividad entre Rusia y Ucrania, en la medida que el primero tiene el gas y, el segundo, la infraestructura de transporte que abastece la demanda energética de varios países de la UE que, al cierre de la presente nota, no había logrado siquiera crear un mecanismo de cooperación positiva entre los países de la Asociación Oriental y Rusia.

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Autora: Vesna Marinkovic U.