Opinión - Temas
Miércoles, 24 de Octubre, 2012

El sector eléctrico español, considerado estratégico para su economía debido a la calidad intensiva de sus inversiones estimadas en alrededor de 60.000 millones de euros en los últimos cinco años, muestra que está en un momento ”crucial”, de acuerdo a un documento elaborado por PwC, denominado “10 temas candentes del sector eléctrico español para el 2012”.
Un año cuando, en efecto, la situación de crisis del sector y del conjunto del sistema económico financiero de España ya no puede pasar desapercibida.

El documento parte remarcando que la actividad del sector eléctrico “es generadora de empleo, y que impacta de forma considerable en la competitividad y dinamismo” y que las empresas españolas que intervienen en este sector han demostrado su liderazgo tanto a través de su presencia internacional en Europa, Norteamérica e Iberoamérica; como mediante su desarrollo industrial y tecnológico en el campo de las energías renovables.

“Además, el conjunto de las empresas que intervienen en el sector eléctrico suponen casi el 20% de la capitalización total actual del Ibex 35. Se trata, por tanto, de un sector en el que participan empresas que son vitales para el presente y futuro de España”, precisa PwC.

Sin embargo, observa la política regulatoria, llevada a cabo por los distintos gobiernos, centrada en el control del precio final de la electricidad, como el factor que habría situado al sector en una situación de crisis sin precedentes, agravada por el entorno económico de Europa que estaría exigiendo tomar decisiones difíciles sobre los tres ejes que deben regir una buena política energética.

Estos ejes son, en criterio de PwC: seguridad de suministro, es decir que España requiere tener seguro su aprovisionamiento de recursos energéticos para ser un proveedor confiable; necesita minimizar el impacto medioambiental del sector; y, al mismo tiempo, lograr la eficiencia económica de todos los agentes que participan en esta actividad.

Desafíos bastante fuertes sobre todo si se toma en cuenta la reciente emisión del Real Decreto Ley 1/201 que paraliza el sector de las renovables, precisamente cuando se advierte un esfuerzo significativo, en el resto del mundo, por comenzar a priorizarlas y, lo peor, cuando en España los beneficios de estas energías habrían superado en más de 4.300 millones de euros a los costes, primas incluidas.

En este contexto, que alude a una situación objetiva de dificultades del sector eléctrico español, el documento en cuestión permite visibilizar la dependencia de Europa y particularmente de España, en materia de insumos energéticos, dirigidos a solventar su seguridad de suministros. Al mismo tiempo, permite ratificar la complicada situación de España dentro de la propia Comunidad Europea.

Una situación que, para muchos analistas, no tendría salida. Yanis Varoufakis, un economista greco-australiano de reputación científica internacional sostiene, por ejemplo, que: “No hay nada que Grecia, España o Portugal puedan hacer para relanzar realmente la economía y reducir duraderamente el desempleo. No, mientras esos países sean prisioneros de la Eurozona. Que la arquitectura institucional de ésta no funciona, es cosa manifiesta desde el desplome de la economía financiera en 2008”.

Con todo, PwC no deja de recomendar atender la seguridad jurídica y la regulación, descritas precisamente como el primer “tema candente” de la agenda eléctrica de este complicado 2012 que está viviendo España. Considera que el sistema regulatorio español es inseguro por ser impredecible y porque algunas de las normas que se publican en ocasiones no se cumplen. Por otro lado, indica que el proceso de definición regulatorio español adolece de falta de transparencia y de una participación escasa de los agentes del sector.