Conocimiento. Francia quiere apoyar en la capacitación a profesionales
Para incursionar con la energía nuclear en Bolivia lo que se debe hacer a nivel interno es crear un ente regulador y operador que trabaje en esta materia, luego firmar tratados internacionales que permitan planificar el uso de esta energía en varios rubros, se informó ayer. La explicación fue realizada en Palacio de Gobierno por el ministro de Hidrocarburos y Energía, Juan José Sosa, tras ser ratificado en su cargo.
“Lo primero que hay que crear es la institucionalidad y después firmar un montón de tratados internacionales y básicamente entrar en la planificación de los temas que se quiere hacer. Entiendo de que el presidente (Evo Morales) habló que hay que tocar el tema de la medicina nuclear y eso es importante y el Gobierno tiene que estar ahí”, argumentó Sosa.
En cuestión a “tiempos” y a la “prioridad” se debe hablar de la generación de la electricidad a partir de la energía nuclear, y eso llevaría un proceso de al menos diez años, dijo. Cuando se le consultó al ministro si Francia apoyaría en esta tarea, indicó que “ellos quieren brindar apoyo en capacitación al personal”.
El miércoles, el Primer Mandatario, en su informe de gestión 2013, anunció que el Órgano Ejecutivo decidió crear una comisión de alto nivel con los mejores científicos físicos y matemáticos de Bolivia para enviarlos a distintos países a que se especialicen en el manejo de reactores nucleares, y que para este cometido se asigna un presupuesto especial.
Programa. Para cumplir este cometido, Morales indicó que se empezará con el Programa Boliviano de Energía Atómica con Fines Pacíficos. La energía nuclear o energía atómica es la energía que se libera espontánea o artificialmente en las reacciones nucleares. Sin embargo, este término engloba otro significado que es el de su aprovechamiento para otros fines como la obtención de energía eléctrica, térmica y mecánica a partir de reacciones atómicas, y su aplicación con fines pacíficos o bélicos.
El director general ejecutivo del Instituto Boliviano de Ciencia y Tecnología Nuclear (Ibten), Luis Romero, explicó ayer a La Razón que el costo de los reactores nucleares está asociado a su potencia de instalación. E incursionar en esta tarea demora bastante tiempo, pero además se deben firmar tratados internacionales. “En estas iniciativas hay una relación estrecha con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA por sus siglas en inglés). “Ellos tienen una secuencia de puntos que deben cumplir los países para este tipo de emprendimientos”, agregó.
Uno de estos puntos está referido a que los gobiernos interesados deben comprometerse ante los organismos internacionales que el uso de la energía nuclear tenga fines pacíficos.
“Hay tres niveles cuando se habla de este tema. Por un lado hay un nivel político, de compromisos país, de los gobiernos con las organizaciones internacionales que velan por el uso apropiado de la energía nuclear. Después hay un estrato medio que es el nivel operativo y se encarga de todos los aspectos técnicos, como la localización (de reactores). El tercer componente es el regulatorio, pues en un país debe haber una instancia que asegure que las instalaciones donde se genere la energía nuclear cuente con la protección radiológica apropiada, y la seguridad correspondiente que hace a este tipo de instalaciones”, detalló Romero, y consideró que es importante la institucionalidad. Hay materia prima para la energía El 30 de octubre de la gestión pasada, el presidente Evo Morales informó que Bolivia tiene la materia prima para producir energía nuclear con fines medicinales y en la generación de electricidad, y que solo faltaría “una decisión política” para avanzar en esta materia, que es “observado y criticado” por algunos países. Agenda 2025 y el debate en Tarija El debate sobre el desarrollo de la energía nuclear en Bolivia fue reabierto en la inauguración del Encuentro Nacional Soberanía Hidrocarburífera al 2025, realizado en la ciudad de Tarija los días 29 y 30 de octubre del año pasado, en el que se planteó el desarrollo de otras energías alternativas, entre ellas la nuclear.
FUENTE: LA RAZON
Para incursionar con la energía nuclear en Bolivia lo que se debe hacer a nivel interno es crear un ente regulador y operador que trabaje en esta materia, luego firmar tratados internacionales que permitan planificar el uso de esta energía en varios rubros, se informó ayer. La explicación fue realizada en Palacio de Gobierno por el ministro de Hidrocarburos y Energía, Juan José Sosa, tras ser ratificado en su cargo.
“Lo primero que hay que crear es la institucionalidad y después firmar un montón de tratados internacionales y básicamente entrar en la planificación de los temas que se quiere hacer. Entiendo de que el presidente (Evo Morales) habló que hay que tocar el tema de la medicina nuclear y eso es importante y el Gobierno tiene que estar ahí”, argumentó Sosa.
En cuestión a “tiempos” y a la “prioridad” se debe hablar de la generación de la electricidad a partir de la energía nuclear, y eso llevaría un proceso de al menos diez años, dijo. Cuando se le consultó al ministro si Francia apoyaría en esta tarea, indicó que “ellos quieren brindar apoyo en capacitación al personal”.
El miércoles, el Primer Mandatario, en su informe de gestión 2013, anunció que el Órgano Ejecutivo decidió crear una comisión de alto nivel con los mejores científicos físicos y matemáticos de Bolivia para enviarlos a distintos países a que se especialicen en el manejo de reactores nucleares, y que para este cometido se asigna un presupuesto especial.
Programa. Para cumplir este cometido, Morales indicó que se empezará con el Programa Boliviano de Energía Atómica con Fines Pacíficos. La energía nuclear o energía atómica es la energía que se libera espontánea o artificialmente en las reacciones nucleares. Sin embargo, este término engloba otro significado que es el de su aprovechamiento para otros fines como la obtención de energía eléctrica, térmica y mecánica a partir de reacciones atómicas, y su aplicación con fines pacíficos o bélicos.
El director general ejecutivo del Instituto Boliviano de Ciencia y Tecnología Nuclear (Ibten), Luis Romero, explicó ayer a La Razón que el costo de los reactores nucleares está asociado a su potencia de instalación. E incursionar en esta tarea demora bastante tiempo, pero además se deben firmar tratados internacionales. “En estas iniciativas hay una relación estrecha con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA por sus siglas en inglés). “Ellos tienen una secuencia de puntos que deben cumplir los países para este tipo de emprendimientos”, agregó.
Uno de estos puntos está referido a que los gobiernos interesados deben comprometerse ante los organismos internacionales que el uso de la energía nuclear tenga fines pacíficos.
“Hay tres niveles cuando se habla de este tema. Por un lado hay un nivel político, de compromisos país, de los gobiernos con las organizaciones internacionales que velan por el uso apropiado de la energía nuclear. Después hay un estrato medio que es el nivel operativo y se encarga de todos los aspectos técnicos, como la localización (de reactores). El tercer componente es el regulatorio, pues en un país debe haber una instancia que asegure que las instalaciones donde se genere la energía nuclear cuente con la protección radiológica apropiada, y la seguridad correspondiente que hace a este tipo de instalaciones”, detalló Romero, y consideró que es importante la institucionalidad. Hay materia prima para la energía El 30 de octubre de la gestión pasada, el presidente Evo Morales informó que Bolivia tiene la materia prima para producir energía nuclear con fines medicinales y en la generación de electricidad, y que solo faltaría “una decisión política” para avanzar en esta materia, que es “observado y criticado” por algunos países. Agenda 2025 y el debate en Tarija El debate sobre el desarrollo de la energía nuclear en Bolivia fue reabierto en la inauguración del Encuentro Nacional Soberanía Hidrocarburífera al 2025, realizado en la ciudad de Tarija los días 29 y 30 de octubre del año pasado, en el que se planteó el desarrollo de otras energías alternativas, entre ellas la nuclear.
FUENTE: LA RAZON
