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Hay una certeza: el gobierno de Venezuela está decidido a aumentar el precio de la gasolina. Solo hay una duda: cuándo hará el anuncio.

Ya como ganadores. Una vez aprobado el examen de las elecciones municipales, el camino está despejado para tomar medidas que cierren la brecha fiscal, que asciende a 12 puntos del Producto Interior Bruto en lo que va de 2013, de acuerdo con un promedio establecido a partir de una consulta hecha por este diario con tres economistas. La más inminente será subir el valor del litro de combustible más barato del mundo, que está congelado en 0,097 bolívares (0,01 dólares al cambio oficial) desde 1996. Es un récord mundial que Venezuela no se avergonzó de ostentar hasta que los problemas asociados a esa ganga se convirtieron en un asunto imposible de manejar.

Una carga para el gobierno bolivariano. A principios de la semana el vicepresidente Jorge Arreaza asomó esa idea, un anatema durante el gobierno de Hugo Chávez, en una entrevista con una televisora local. “Hay que dar grandes debates en Venezuela, sobre lo fiscal. Hay que comenzar a cobrar la gasolina”, dijo. El mensaje del funcionario deja claro que el Estado no puede seguir cargando con el costo de un oneroso subsidio que no beneficia al grueso del público chavista sino a sus contrarios de la clase media al estimular el uso del vehículo.

Creen que es el momento ideal para hacerlo. El ministro de Transporte Terrestre, Haiman El Troudi, fue un poco más específico el jueves y confirmó que el tema ya se estaba discutiendo en el consejo de ministros. La decisión está en manos del presidente Nicolás Maduro. Quizás no haya mejor oportunidad que esta para hacerlo. En 2014 no habrá elecciones. El Gobierno necesita recursos para financiar las políticas públicas y encarar toda la reposición de inventarios asociados con la confiscación y remate de mercancías iniciada en noviembre, que buscará evitar el desabastecimiento de los bienes y servicios controlados por decisión del Ejecutivo.

FUENTE: EL DÍA