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¿Integración eléctrica del Cono Sur de América, basada en la hidroelectricidad?, una alternativa en el ojo de los ambientalistas

Esta región agrupa a Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay y es una región privilegiada por sus recursos energéticos renovables. Cuenta con amplios recursos de energía solar, eólica, hidroeléctrica y de biomasa. Asimismo, tiene el programa más consistente de biocombustibles (Brasil y Paraguay) y es la región con más hidroelectricidad en su matriz energética.









En toda América del Sur, el origen de la exportación eléctrica está en el Paraguay en un 85% en los últimos 10 años.

Esta situación no cambiaría en las próximas décadas. Debido a las condiciones del tratado de Itaipú, la energía paraguaya de esta central debe ir al mercado brasileño aún si sobra hidroelectricidad.










En el mercado brasileño sobran energías baratas, debido a la estacionalidad de las lluvias, normalmente unos 8 meses al año. Esta situación se refleja en el Precio de Liquidación de Diferencias (PLD).

Brasil y Paraguay acordaron (25.07.2009) avanzar en la integración energética regional.











Enormes pérdidas por falta de integración eléctrica Argentina, Brasil, Chile y Uruguay han sufrido reiteradas crisis de abastecimiento eléctrico, con enormes pérdidas. Estas pérdidas se podrían haber minimizado si existiría una interconexión eléctrica regional.

Sólo el Brasil perdió más de 23.000 millones US$ en la crisis de abastecimiento eléctrico del 2001/2, según calculó el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) de dicho país. Afirman que con una potente interconexión se habrían minimizado estas pérdidas.











Itaipú (Paraguay – Brasil), Yacyretá (Argentina –Paraguay) y Salto Grande (Argentina – Uruguay) son centrales hidroeléctricas binacionales en operación que conforman, en la práctica, un “anillo hidroeléctrico” que permitiría obtener grandes beneficios en todo el Cono Sur. Los países del Cono Sur de América deben estudiar un proceso de integración eléctrica a partir de este “anillo hidroeléctrico”.







No se recomienda pensar en muchas formas de integración, sino comenzar por lo que es obvio: sustituir la generación con hidrocarburos por la “energía excedente de Itaipú”. Luego podría pensarse también en la exportación de excedentes de otras hidroeléctricas del “anillo hidroeléctrico” del Cono Sur. Los beneficios deberían ser calculados como diferencia del precio de mercado (sin subsidios) del país importador menos el costo total (generación y transmisión) de la energía hidroeléctrica. Tal beneficio neto debería distribuirse en un 50% entre los pueblos (Estados) importadores y en un 50% entre los exportadores, y entre éstos en partes iguales. 


Fuente: Ricardo Canese Comisión de Entes Binacionales Hidroeléctricos (CEBH)/MRE

El acuerdo del 25 de julio de 2009 entre el Paraguay y el Brasil, en el sentido de avanzar hacia la integración energética regional tomando a Itaipú como eje fundamental, debe ampliarse a todos los países del Cono Sur de América. Para avanzar, hay que definir cómo será la integración energética.