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Brasil adjudicó el jueves áreas para la explotación de gas natural convencional y de esquistos, pese a las críticas de los defensores del medio ambiente sobre los riesgos y a los vacíos de reglamentación para este tipo de producción.

Shale Gas Brasil ANP De los 240 bloques terrestres con potencial para gas convencional y no convencional ofrecidos, se adjudicaron 72, de los cuales 49 correspondieron a la petrolera estatal Petrobras.

Esas licitaciones han reportado a Brasilia alrededor de 165 millones de reales (cerca de 52 millones de euros), según la Agencia Nacional del Petróleo (ANP).

De las petroleras extranjeras que habían precalificado para esta licitación, a sólo cuatro se les otorgaron bloques: la francesa GDF Suez, la colombiana Petrominerales, la panameña Trayectoria Oil y Gas y Geopark, de las slas Bermudas.

Petrobras adquirió 22 de sus bloques en sociedad; 16 de ellos como operadora (responsable de la exploración, desarrollo y producción) y seis operados por socios.

La máxima ejecutiva de la ANP, Magda Chambriand, subrayó que se trataba de “sembrar la cultura” de la exploración y la explotación de gas natural en el Brasil. Y garantizó que Brasil prepara una reglamentación ambiental para la explotación de esos recursos.

La polémica gira especialmente en torno a la explotación de gas de esquistos, cuya extracción por fractura hidráulica comporta numerosos riesgos de contaminación de las napas freáticas en razón del uso de productos químicos, además de ser muy consumidora de agua.

La fractura hidráulica “suscita una enorme polémica en todos los países, en virtud de sus enormes impactos medioambientales, razón por la cual algunos países como Francia la prohíben. En los Estados Unidos, donde esa técnica se emplea, el número de reclamos por contaminación del aguas aumenta”, denunció el Instituto Socioambiental brasileño.

FUENTE: HIDROCARBUROS BOLIVIA