El coloquio mensual de ENERGÍABolivia intenta un inicio de reflexión pública sobre la gestión estatal de los hidrocarburos vs la gestión privada, desarrollada antes de 2006.###

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El coloquio mensual de ENERGÍABolivia intenta un inicio de reflexión pública sobre la gestión estatal de los hidrocarburos vs la gestión privada, desarrollada antes de 2006. Las advertencias, aclaraciones y precisiones de los actores en disenso, antes que en consenso, sobre los temas abordados este último tiempo; permitieron algunas conclusiones dirigidas a graficar, parcialmente, el estado de situación del sector, a diez años de la denominada Guerra del Gascuando quedó claro que la posesión y el control de los recursos energéticos, determinan las políticas públicas de los Estados y, también, la particularidad de los intercambios comerciales.


Bolivia, después de un proceso de privatización del sector, enfrenta cambios hacia la estatización que comienzan en 2005, a partir de la promulgación de la Ley 3058 sustituyendola 1689 que establecía importantes incentivos para el capital privado extranjero. El 1º de mayo de 2006, el Presidente Evo Morales nacionaliza los hidrocarburos, determinando la recuperación de la propiedad de los mismos para el Estado. El 29 de octubre se firman nuevos contratos con las compañías petroleras privadas, estableciendo hasta el 82% de regalías en favor del Estado boliviano,frente al 18% determinado anteriormente por la Ley de Hidrocarburos 1689, promulgada durante el gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada.


Vesna Marinkovic U.

Medir el desempeño de una gestión estatal en el sector de los hidrocarburos, después de un largo periodo de predominio privado en el área, pasa por analizar el nivel de inversiones en exploración que supongan un incremento de reservas y de producción de hidrocarburos, dice el experto Humberto Campodónico en su informe denominado “Gestión mixta y privada en la industria de los hidrocarburos”, realizado para las Naciones Unidas.

Agrega que esto permite observar si se cumple el objetivo del abastecimiento del mercado interno y si se generan saldos exportables.

Otros expertos, como el boliviano Roberto Tapia Quiroga, de larga trayectoria como reservorista; agregan algo más, indican que a partir de la gestión estatista en el sector, es bueno averiguar, también, si los recursos hidrocarburíferos, vía sus aportes, apuntalan proyectos productivos para mejorar los niveles de desarrollo en el país.

Sobre esta base y con muchos temas instalados sorpresivamente en la agenda mediática; transcurrió un coloquio a ratos tenso y en otros altamente reflexivo, inmediatamente después de conocerse el estudio denominado “Diagnóstico del sector hidrocarburífero de Bolivia”, del ex ministro de Hidrocarburos y Energía, Álvaro Ríos que vaticina un déficit de gas natural, a partir de 2017, como consecuencia de lo que él considera es la falta de inversión en proyectos de exploración hidrocarburífera en el país.

En el estudio, Ríos plantea una inversión de 5 mil millones de dólares para activar los procesos de exploración en Bolivia, frente a los 8 mil millones estimados por el presidente de la Cámara de Hidrocarburos y Energía (CBHE), Carlos Delius, antes de que el presidente de YPFB, Carlos Villegas informara que hasta el 2025 se invertirán 16 mil millones de dólares en exploración de hidrocarburos.

Según datos de entendidos en el sector, como Campodonico, la Inversión Extranjera Directa (IED) en Bolivia ha venido reduciéndose desde 1998 cuando alcanzó niveles históricos por lo que considera que Bolivia está dentro de una situación “suigeneris”, respecto a los otros países de la región donde esta inversión se ha venido recuperando en los últimos años.

De acuerdo a las declaraciones de Ríos, esto se debe a la ausencia de una ley técnica que viabilice las inversiones en exploración. Agregó, categórico, que “el mundo funciona con tecnología y no con ideología” y que “los hidrocarburos se buscan con dinero y tecnología.”

En este marco, recomendó incentivos como la reducción de los tributos, para la atracción de capitales; un tema que estaría siendo parte de esa especie de “tensa calma” entre el Gobierno y las petroleras que han permanecido en Bolivia, después de la nacionalización del sector y otras que tendrían intenciones de participar en el país.

NO SÓLO EXPLORACIÓN

El presidente de YPFB, Carlos Villegas salió al frente de estas declaraciones asegurando que dentro de la visión estatal de los recursos hidrocarburíferos, también se está atendiendo el aumento de la producción, el transporte de hidrocarburos y la ampliación de infraestructura para proyectos de industrialización y mayor comercialización a los mercados de exportación.

...el proceso técnico del desarrollo de proyectos de exploración petrolera es “complejo” y requiere un largo tiempo de maduración...


Hizo mención al incremento de la capacidad de producción de gas que proyectaría llegar a una producción cercana a los 70 millones, hasta fin de año; en comparación al período 2005 y 2006 cuando esta se situó en menos de 40 millones de metros cúbicos de gas/día.

En esta línea, fue enfático cuando afirmó, que: “se alcanzó volúmenes de producción históricos a la fecha y se cuentan con proyecciones de la producción que permitirán cubrir los compromisos tanto en el mercado interno y mercado externo en el mediano plazo.”


Para Villegas, esa sería la gran diferencia entre una gestión a cargo del Estado; con visión país, y la otra visión privada dedicada a priorizar la exportación, privilegiando el beneficio empresarial solamente.


En este marco, sostuvo que entre 2006 y 2013, la estatal petrolera perforó 40 pozos exploratorios que derivó en el descubrimiento de nuevas reservas hidrocarburíferas, con resultados de un poco más de 3 TCF.

Agregó que se proyectan 16 nuevos pozos para el próximo año y que las reservas actuales permitirán al país llegar al 2023 sin sobresaltos. Precisó, sin embargo, que se están realizando actividades exploratorias para asegurar el incremento de reservas y cumplir los acuerdos con el mercado externo y el consumo interno.

Según Villegas, las siguientes empresas desarrollan actividades de adquisición sísmica en el país: Total (Ipati-Aquío 3D), YPFB Chaco (Percheles 3D, Vuelta Grande 3D y Chimoré 3D), YPFB Petroandina (Lliquimuni 2D, Iñiguazu 2D e Iñau 2D), Pluspetrol (TCB-TJB 2D), YPFB Casa Matriz (Itaguazurenda 3D) y Repsol (HCY Norte 2D y Margarita Sur 2D).


Las afirmaciones de Ríos, señalando que entre enero de 2006 y diciembre de 2012 solamente se ha perforado en Bolivia unos 20 pozos de gas y líquidos cuando se debería estar perforando entre 10 a 20 pozos por año; tanto para gas natural como para petróleo, con el objetivo de reponer reservas; provocaron este inusitado aunque todavía insuficiente debate.

INCERTIDUMBRE

Suelto el candado, el ex gerente general de YPFB, Ricardo Michel, propuso que para revertir la situación de incertidumbre alrededor de la exploración y el nivel de reservas en el país, es necesario acometer una etapa de “exploración planificada.”

Comenzó por precisar que el proceso técnico del desarrollo de proyectos de exploración petrolera es “complejo” y requiere un largo tiempo de maduración; señalando que no se puede pretender realizar una exploración agresiva en un corto período, como pasa en todos los países de potencial hidrocarburífero.

Destacó la importancia de iniciar un proceso de exploración permanente como precisara Villegas a ENERGÍABolivia y, sin embargo, recomendó cautela con la tendencia de posicionar en el país una exploración “masiva”, principalmente por el impacto que esta podría tener con el medio ambiente.

“De acuerdo a nuestras estadísticas, en el último decenio en Bolivia se han perforado no más de 15 pozos netamente exploratorios de nuevo campo, entendiéndose que se trata de nuevas estructuras”, dijo”Retrospectivamente, si analizamos los nuevos descubrimientos realizados en el país, el último de estos a nivel de megacampo es Incahuasi-Aquio en el año 2004, cuya comercialidad fue declarada el año 2011, al filo de su plazo de contrato”, dijo.

Señaló, asimismo, que los esfuerzos exploratorios realizados en esta última década en su mayoría han sido negativos en la búsqueda de la formación Huamanpampa; recordando que el último intento exploratorio del pozo Sararenda profundo resultó negativo. Considera que anualmente se debería perforar entre 5 o 6 pozos exploratorios de niveles profundos en busca de megacampos que todavía existirían en el país.

 

El ex gerente general de la estatal petrolera, se apresuró en señalar que “esta no es una tarea imposible, la historia nos ratifica pues YPFB programaba 7 u 8 pozos exploratorios de nuevo campo, de los cuales se aprobaba 5 pozos. Hoy, con el concurso de las empresas privadas se puede perforar mayor cantidad.”

¿Qué se necesita para asumir esta tarea?, se preguntó Michel para responderse que lo prioritario es contar con recursos humanos de alta experiencia.

“YPFB Corporación necesita conformar un equipo especializado con profesionales de experiencia en geología, geofísica y reservoristas, con preferencia geólogos y geofísicos bolivianos que han estudiado a fondo nuestra compleja geología boliviana”, indicó a tiempo de señalar que muchos de ellos han participado en la elaboración de los planes y estudios de definición de las coordenadas de perforación de los megacampos descubiertos, posterior a la privatización.


Según Michel, “geólogos que descubrieron el campo San Alberto todavía están en el país, cuya experiencia debe ser aprovechada en esta crucial etapa que vivimos.”

Respecto al slogan de que se necesita “tecnología de punta” para iniciar procesos exploratorios, sostuvo que esta tecnología la tienen las variadas empresas de servicio que trabajan en Bolivia y que estas deberían ser consultadas y convocarse a las mejores. 

Michel considera que: “estamos en el tiempo preciso para comenzar una etapa de exploración agresiva cuyos resultados los veremos en el término de 5 años, que son los años que se requieren para después de descubrir un campo se inicie su producción en el quinto año, esto es hablar del 2014 al 2018.”


“Mientras tanto, dijo seguiremos pendientes de la producción de nuestros campos en producción que ya comienzan los más antiguos la etapa de declinación de producción y, consecuentemente, de presión de reservorio.”

PROYECTOS PRODUCTIVOS

Preguntar si la gestión estatal de los recursos hidrocarburíferos, a partir de sus aportes, está apuntalando en Bolivia proyectos productivos para mejorar los niveles de desarrollo; permitió transparentar que aun existen algunas dificultades no resueltas al respecto.

Tapia Quiroga considera que una verdadera incidencia del sector en proyectos productivos, es todavía una tarea pendiente. “En realidad, YPFB como tal no puede tomar las riendas de proyectos productivos a nivel de las gobernaciones, las alcaldías y las universidades, sin embargo, es prioritario que los recursos provenientes de los hidrocarburos puedan aportar  y soportar el desarrollo nacional”, dijo.

CERTIFICACIÓN DE RESERVAS

En este escenario, de fuertes declaraciones en torno a uno de los ejes centrales de la gestión estatal de los hidrocarburos, como es la exploración en busca de reservas, Carlos Villegas anunció que la empresa estatal tomó la decisión de certificar reservas de gas natural al 31 de diciembre del 2013 y que el estudio se realizará el primer semestre de 2014.

CARLOS MIRANDA:

 

HAY BUENAS SEÑALES

Han transcurrido 7 (siete) años casi sin exploración. Lo único que tenemos son Liquimuni y próximamente el Bloque Azero. Pero hay buenas señales. Al fin el Gobierno se ha convencido que las reservas que ha heredado podrían no cubrir sus ambiciosos planes políticos de continuar en el poder. Esta situación está motivando promesas que darán las medidas necesarias para poder explorar áreas protegidas. Si eso sucediera, automáticamente tendríamos 4 bloques en exploración por Petrobras, Total, Repsol y BG. Una segunda corriente exploratoria podría ser YPFB. Explorando y no buscando desesperadamente producción adicional. Una tercera corriente debería ser por otras compañías. Pero para eso se necesita cambiar la Ley de Hidrocarburos.


“A la fecha tenemos ya todo el proceso adelantado, tenemos el documento base de contratación, los términos de referencia y la aprobación de la contratación por parte del directorio de YPFB, se va a licitar el estudio para hacer todas las  calificaciones correspondientes y el estudio se va a ejecutar el primer semestre de 2014”, sostuvo durante una conferencia de prensa, el pasado 18 de octubre.

Villegas subrayó que gracias a la política del Gobierno, de nacionalizar los hidrocarburos, al 31 de diciembre de 2012, las reservas probadas de gas natural en territorio boliviano alcanzan a 11,2 trillones de pies cúbicos (TCF), según la estimación de la estatal petrolera, incrementando las reservas registradas por la Ryder Scott al 31 de diciembre de 2009, cuyo resultado fue de 9,94 TCF.

De acuerdo a un envío de prensa de la ANYPFB, la autoridad estatal habría señalado que, haciendo una proyección del incremento de la demanda de gas hasta el 2025, las actuales reservas de 11,2 TCF alcanzarían hasta el 2023 y si la misma se mantendría con los mismos niveles de consumo que el año 2013, las reservas llegarían a 2027.

EVALUAR

Los distintos puntos de vista expresados, contrapuestos y concordantes, dan cuenta de que evaluar los resultados de la transición; entre un estilo privado en el manejo de los hidrocarburos, especialmente en las actividades de exploración y explotación, a otro de corte estatista, no está siendo fácil.


Ha supuesto y probablemente supone, todavía, un reacomodo de conceptos, y de tareas dirigidas a posicionar una institucionalidad distinta estatal en este caso que, seguramente, no termina de recorrer distancias en busca de modificaciones legales que fortalezcan una política hidrocarburífera coherente y sostenible.

Sin duda que este momento grafica un escenario de tensiones entre un orden privado de hacer las cosas; que estaría en situación de “repliegue”, y otro,estatal, en condición de “despliegue”; ambos, en permanente pugna en torno al manejo de los hidrocarburos donde, como dice Tapia Quiroga, el tema, sin embargo, no es solamente cuestión de reservas. En su criterio es también un tema de desarrollo de campos, ductos e instalaciones. 


Por el momento, la gestión estatal del manejo de los hidrocarburos, de 2006 a la fecha, parece ratificar aquello que menciona Campodónico: se cumple el objetivo del abastecimiento del mercado interno y, principalmente, se generan saldos exportables. Resolver situaciones de incertidumbre, atadas a la exploración, parece ser el otro objetivo que, según las autoridades de la estatal petrolera, estaría siendo trabajado como parte de una política de Estado.

ROBERTO TAPIA:

 

DÉFICIT DE PRODUCCIÓN

Acerca de la exploración petrolera en nuestro país, es difícil afirmar algo que no se haya dicho ya en forma repetida, principalmente, a nivel de la actual legislación y, que los trámites burocráticos son excesivos. A esto debe sumarse las restricciones o “candados” constitucionales, que hacen poco atractiva la exploración en Bolivia, incluso para que YPFB pueda materializar su rol exploratorio.

 

En cuanto a la posibilidad de entrar a un déficit de producción en un determinado año, este riesgo siempre existe porque los reservorios una vez desarrollados, entran en declinación, mientras que la demanda siempre es creciente. Sin embargo, tampoco es solamente cuestión de reservas. Sino también de desarrollo de campos, ductos e instalaciones.